jueves, 18 de julio de 2013

Anillamiento en Ledanca

El pasado 14 de julio realizamos una jornada de anillamiento en la estación de anillamiento de Ledanca. La semana anterior visité el paraje para ver si había movimiento y empezar a preparar la estación, principalmente el acondicionamiento y limpieza de la pequeña charca que hay en la zona, cuyos trabajos no me llevan más de una hora y media con herramientas manuales. La charca está llena de agua y hay indicios de una gran asistencia de aves, tanto “pajarillos”, como aves de tamaño medio e incluso rapaces. Sin embargo, este año nos esperaba una amarga sorpresa: desde el coche y a unos dos km antes de llegar veo cómo una máquina ha destrozado los laterales de la pista que lleva hasta Ledanca y que utilizamos para llegar a la estación de anillamiento; el desastre ha debido realizarse durante la misma semana en que visito el paraje puesto que todavía "sangran" las profundas heridas realizadas en algunos pies de gran tamaño de encina, cercanas al borde del camino. La anchura del camino se ha incrementado hasta dos metros en algunos casos, arrasando con toda la vegetación ya fuera de mayor o menor porte, dejando una imagen desoladora. Además, estas tareas se han realizado en época no permitida, debido al peligro de incendio y en plena época reproductora. El motivo parece evidente: los maquinistas que cosechan los cereales de la zona ya no quieren desmontar el peine de la cosechadora cuando van de una zona a otra y por eso tienen que ensanchar los caminos.

En cuanto al anillamiento, la mañana empezó con una temperatura cálida, que nos hacía suponer que iba a ser un típico día caluroso, lo cual aumenta la afluencia de aves a los bebederos. Sin embargo el miércoles anterior hubo tormentas y en los caminos había charcos, por lo que la asistencia de aves a la charca había disminuido.
El número de capturas en la primera visita a las redes nos hizo suponer que no iba a ser una jornada de muchas capturas; sin embargo, en las siguientes visitas fueron aumentando las capturas, tanto en número como en especies.

los escribanos hortelanos (Emberiza hortulana) no suelen faltar a la cita en Ledanca

Al principio abundaron los pinzones (Fringilla coelebs) y mosquiteros papialbos (Phylloscopus bonelli). La sorpresa de la jornada la dio un precioso ejemplar de alcaudón común (Lanius senator), que mantuvo un “mano a mano” (mejor dicho “pico a mano”) con Paquito, que lidiaba sus picotazos mientras lo anillaba y le tomaba las medidas que recogemos para el Programa Biometría en el que participamos desde hace ya varios años. También se “dejaron caer” por las redes algún ejemplar de pardillo (Carduelis cannabina) y de triguero (Emberiza calandra), los cuales no son muy habituales en esta estación.

el mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli) fue una de las especies más abundantes

este bonito alcaudón común (Lanius senator) llamó la atención de los presentes

En total se capturaron 68 aves de 13 especies diferentes para su anillamiento científico, de los cuales 4 fueron autocontroles:
  • Carduelis cannabina 2
  • Cyanistes caeruleus 7 + 3C
  • Emberiza calandra 1
  • Emberiza cirlus 1
  • Emberiza hortulana 2
  • Erithacus rubecula 1
  • Fringilla coelebs 32 + 1C
  • Lanius senator 1
  • Parus major 1
  • Phylloscopus bonelli 9
  • Sylvia cantillans 2
  • Turdus merula 3
  • Turdus viscivorus 2

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